sábado, 18 de octubre de 2014

GR11 IBONES DE ANAYET

Vicky





Después de mucho planear, llegó el día. Reunión de primos de distintas generaciones.
El tiempo es inigualable, aunque es Octubre, la temperatura se asemeja a Junio así que podremos disfrutar del camino sin problemas. 


La ruta planificada es la GR11, Ibones de Anayet. 

Un paseo, en donde era imprescindible el poder acceder con perros, y al no pertenecer esta excursión a ningún espacio protegido, ni ser Parque Nacional (como por ejemplo Ordesa y Monteperdido sí lo son) podemos ir sin problemas.

Siempre cuando se quiere hacer una excursión, hay que ir aunque con muchas ganas de disfrutar, con mucha precaución, porque en la montaña un chaparrón se puede hacer en cualquier momento.
Así que un buen equipo siempre te ayudará a disfrutar más del entorno. 

Nosotros, como turistas expontáneos, con ganas de disfrutar del medioambiente preparamos la siguiente equipación: 


  • Una mochila de montaña, con sujecciones para distribuir el peso en toda la espalda. 
  • Zapatillas de trecking, para no clavarnos las piedras del camino. 
  • Calcetín gordo de montaña, para hacer que nuestros civilizados pies sufran lo menos posible.
  • Pantalón de Trecking, si es cierto que hace buen tiempo, pero un pantalón largo y adecuado a tu ruta siempre te protegerá más de arañazos o picaduras que llevando un short... 
  • Camiseta transpirable, en la andada vas a tener calor y tu cuerpo respirará a tope. 
  • Sudadera/Polar, en las paradas que hagamos en el camino más vale que nos echemos algo por encima, el frio siempre viene mal para el cuerpo...
  • Una capa impermeable, que como antes he dicho, en la montaña una tormenta se hace en un segundo.. 
  • Crema para el sol, y gorra, tanto sea invierno como si es verano. 
  • Agua y comida, para cuando lleguemos al destino reponer fuerzas. Yo suelo llevar algo de chocolate y frutos secos.. para reponer fuerzas y darme un capricho mientras disfruto del silencio de la madre tierra.
  • IMPRESCINDIBLE para mí, mi cámara de fotos! Esta vez tengo más gente con la que practicar y toda la montaña de paisaje! 
  • Y por supuesto, en el coche, unas zapatillas de deporte típicas para la vuelta a la normalidad.
Una vez todo preparado, toca hacer la mochila y cuando toque diana a las 7 de la mañana, poner rumbo a nuestro primer destino: Biescas (Huesca), donde hemos quedado con el resto de la tropa.

Biescas, es un pueblo de montaña al que se accede bastante fácil, ya que no hay mala carretera:
Una vez dejas la autovía en Huesca y sigues dirección Sabiñánigo por la N330, cogeremos la salida N260 y en poco mas de 10min estaremos en este bello pueblo del pirineo aragonés.

                                               



Biescas, pueblo situado a orillas del río Gállego, y que hace de puente al Valle de Tena. Su situación como cruce de caminos entre la Jacetania y el Alto Sobrarbe, tuvo utilidad histórica en su antigüedad.
Los testimonios más antiguos de presencia humana en Biescas son las cistas eneolíticas (monumentos megalíticos funerarios) de la explanada de Santa Engracia, que pueden ser incluso anteriores al III Milenio a. C. Una de ellas, la que puede verse en la actualidad, ha sido reconstruida. Del la época romana quedan los restos de la calzada que se internaba por el Valle de Tena.


Respecto a su Patrimonio, El patrimonio eclesiástico de Biescas está representado por las iglesias de San Pedro y del Salvador, ambas de origen románico y dominando los dos cerros sobre los que se asienta la población.

LA RUTA: 
Una vez que estamos toda la tropa, nuestro destino es dejar los coches a la entrada de las pistas de Esquí de Formigal de la estación de Anayet, y entrar en el Corral de Mulas, donde emprendemos la dura subida: 





Como todavía no es invierno, no podemos acceder en coche hasta el parking de la pista, por lo que tenemos que hacer este recorrido a pie durante un 20 min más o menos.

Una vez que dejamos la zona de pistas, y siguiendo las marcas de GR roja-blanca, empezamos la subida. Tener en cuenta que veremos un bello paisaje, acompañados todo el rato por un pequeño riachuelo. 


Nuestro camino tendrá un desnivel de 700m y al final una altitud de 2235m, habiendo recorrido 22km. 






Es recomendable, llevar palos de trecking, ya que al seguir el cauce del río nos ayudarán bastante a la hora de apoyarnos y no resbalar con el agua y para cruzar el riachuelo que crece y decrece según el lugar. 




Las vistas son increíbles, y hemos tenido la suerte de al final del camino, cruzarnos con otro "grupo" de caminantes, que a ciencia cierta acabarían antes que nosotros, un grupo de 14 caballos salvajes que estaban cambiando de valle. 





Después de 2 horas y media y varias paradas, los últimos rezagados, los que vamos disfrutando del paisaje, contemplando el más mínimo detalle, llegamos a los ibones, en este momento un poco secos, y al fondo contemplamos el Pico Anayet ; En resumen un marco incomparable. 




Los más animados aún se atreven a subir al Anayet, una horita más y tocarán cima después de haber vencido al vértigo aquellos que lo tengan. 





La vuelta será más rápida y fácil, aunque las piernas ya están resentidas.. pero es todo bajada!



 Atención a este colorido árbol que encontré, capricho de la naturaleza, al cual podríamos llamar "Semáforo de Anayet" por sus colores verde, ámbar y rojo.







Y aquí una servidora, deshaciendo el camino de la mañana, y llenando los pulmones de aire fresco para volver a la civilización.






Y al final, donde el corral de Mulas, las Mulas salieron a darnos su despedida!  


Como resumen: agujetas en todo el cuerpo y alguna que otra rodilla inflamada... jeje.



Vicky / Author & Editor

No soy mucho de tener los pies sobre la tierra, prefiero estar viajando, aunque sea en sueños.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Coprights @ 2016, Blogger Templates Designed By Templateism | Templatelib